Esta vez quienes llenaron sus manos de tierra fueron los niños y niñas de nuestras aulas específicas.

El pasado miércoles 25 de noviembre, les tocó el turno a las aulas específicas, ya que por falta de tiempo no lo pudieron realizar el día programado para tal fin.

Es importante señalar que estos alumnos/as no son específicos o especiales. Específica o especial es la enseñanza, el modo de hacerles llegar los conocimientos y las adaptaciones al medio. Dicho esto, el huerto muestra su función de herramienta didáctica, de inclusión y de sensibilización con el medio ambiente.

Nuestros alumnos/as, al igual que ya pudieron hacer el resto de los grupos que participaron en la siembra, disfrutaron sembrando coles, remolachas, lechugas, cebollinos y brócoli.

Para finalizar, me gustaría quedarme con esta frase de Scott Hamilton y os invito a reflexionar un poco:

“La única discapacidad en la vida es una mala actitud”