En esta segunda jornada de plantación me gustaría destacar la sonrisa que despertó en nuestro alumnado el poder entrar en contacto con la naturaleza y potenciar sentimientos positivos y aprendizajes para la vida.

A nivel cognitivo: Sara Tarrés señala que estudios recientes han puesto de manifiesto que al reír “se aumenta la memoria, la atención, el aprendizaje y el pensamiento creativo debido a que el cerebro está más irrigado y oxigenado”.
La experiencia del huerto es una oportunidad de comprender contenidos curriculares de forma visual y manipulativa, algo muy importante para reforzar o adquirir conocimientos, que para alumnos/as con dificultades específicas del aprendizaje es muy difícil de conseguir, además de forma amena e interactiva.
También es importante ver la evolución del huerto y su trabajo. De este modo nuestros/as niños y niñas del aula específica realizan diariamente labores de riego y observación del huerto.
La integración educativa consiste en habilitar espacios con recursos materiales y humanos, adaptados a las necesidades específicas, que promueven la inclusión social. Esta integración educativa debe ser integral tanto desde el plano social, el cognitivo o el emocional.
La labor que llevan a cabo día a día las maestras del aula específica, Silvia y Beatriz, cumplen con amplio margen todas las expectativas para el desarrollo de nuestros niños y niñas. Por supuesto, sin olvidar el valioso papel de Chari, nuestra docente especialista en audición y lenguaje y nuestras Ptis.